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Rome – September 10, 2016

Nuestra aventura del día comenzó con la caminata hasta el tren.  Entre español e italiano goleta, llegamos a la estación del tren sin problemas.  De Civitaveccia a Roma solamente cuesta 13 euros el pasaje de ida y vuelta!  Y pensar que en el barco querían cobrar casi 100 euros por llevar a uno del barco a la ciudad… que clase cojía de pendejo!  El tren nos dejo en la estación de Roma (Termini) en unas vías que nunca habíamos visto.  Cuando salimos a la calle, salimos por un costado de la estación que nos dejó en área no tan placentera de la ciudad.  Un área predominantemente de inmigrantes africanos que hacían el respirar un ejercicio en tortura.  Pero caminando sin demora llegamos hasta donde yo me podía defender.

Una vez en frente de la estación bajamos por via Cabour la cual se parece en algo a la calle De Diego en Rio Piedras.  Fíjese que dije calle y no paseo… ya que el parecido es cuando los vehículos podían transitar por dicha vía.  La vía Cavour tiene el mismo estilo de tiendas que solía tener la calle De Diego.  Es más, la primera vez que camine por ella, tenía un Bata!!!   Esta vía nos dejó en foro romano que es donde comienza todo el turisteo histórico.  No los voy a aburrir contándole sobre las tuinas y el coliseo, con ver las fotos es suficiente.

Nuestra caminata se concentró en llegar al restaurante donde cenamos en el 2012, Old Bear.  El mismo queda cerca de la Piazza Nabona y tiene la particularidad de uno tener que caminar a la caja y decirle que fue lo que ceno y se bebió.  El mozo NO le lleva la cuenta a la mesa, ni el cajero tiene record de lo que le sirvieron.  Es todo a base de honor.  Pero los muy cabrones no abren para almuerzo.  Me les cague en sus progenitoras porque la caminata estuvo intensa por el calor que hacía.  Raro en Tita, sugirió ir al restaurante donde habíamos almorzado cerca del Panteon.  Raro porque a ella no le gusta repetir lugares.  Después de buscar por cada callecita que entendíamos podía estar ubicado el restaurante,  decidimos que los muy hule pega de seguro los habían cerrado.  Así que nos paramos en el primer restaurante que vimos y almorzamos.

Sin mucho más que ver, regresamos a la estación del tren con tiempo de sobra.  En el taxi, descubrimos varias áreas que nunca antes habíamos visto, así que se quedaron para la próxima visita a Roma.   Decidimos coger el tren las 3:44PM en vez de esperar a uno más tarde que pudiese ser cancelado.  Como es un local, lo ponen en una vía fuera de la estación que hay que caminar media milla para llegar a ella.  A pasos de entrar al tren, notamos que estaba tronando… Sí, después de todo el calor agobiante comenzó a tronar.  A segundos de habernos sentado dentro del tren, se jendio el aguacero de los pastores!  Rayos, centellas, y agua como para repartir en una sequía.  La tormenta solo se compara a las que caen en Florida!  El aguacero duro hasta casi Civitaveccia.  Con un sol algo tímido nos bajamos del tren y caminamos a la guagua que nos llevaría hasta el barco (como 20 minutos).  Una vez más nuestra estrella estaba brillando, porque a los minutos de habernos montado el aguacero nos alcanzó!  Para cuando llegamos al barco el aguacero había amainado lo suficiente para poderse defender con los paraguas que nos daban la tripulación del barco.  Debo mencionar que el trayecto hacia el barco la pareja que estaba sentad del otro lado de la fila resultaron ser de Puerto Rico (Arecibo y Salinas).  No les digo yo que estamos como el arroz blanco, en donde quiera!


Our daily adventure started with our walk to the train.  From where the shuttles drop you off to the train station was about a solid 20-minute walk.  Even at 8:30AM the day was HOT!  But we were able to buy train roundtrips from Civitaveccia (where Rome’s port is located) to Rome for 13 euros.  The ship people wanted 100 euros for the same trip but on a bus… “A”holes!  So by 9:44AM we were on our way to Rome.

Since our train was a local commuter, we were dropped off in a part of Rome’s station (Termini) that we were nor familiar with.  So we took the first exit and ended up in an area not as pleasant as the rest of the city.  But fast walking put us in no time in an area we know well!  We decided to walk down via Cavour to reach the Roman Forum, Coliseum, and some other historical areas.  I’m not going to bore you with description of the coliseum and other ruins… just look at the pictures!  After doing the historic thing, we decided to walk to the Old Bear restaurant (next to Piazza Navona).  What a surprise to find out that our effort had been in vain!  They open for dinner only!  NOT COOL at all!!!  Especially when you walk 45 minutes in a killer heat.  Anyway, somewhat deflated Tita suggested we go for another restaurant we had lunch near the Pantheon.  O well, no matter how hard we looked, we could not find it!  We concluded that they have been shut down, so we had lunch in the first restaurant that we encountered.

We jump in a taxi to go back to the station, since it was getting close to 3PM.  We got there with time to spare before our train.  Once again, the put it in a faraway track that required a 5-minute walk.  When we were really close to the train, we though we heard thunder.  We thought we were crazy, since it had been so hot.  We were happy that we were inside the train when the rain started.  It came down in sheets with an electrical show from the sky.  For a second I thought that I was back in Florida!  The rain was with us ¾ of our ride back .  But it held while we walked back to the shuttle bus (about 20 minutes).  But once we were inside the bus all hell broke loose again!  Luckily, by the time we got to ship it had slowed down enough that you cold fend off the worst of it with umbrellas provided by the ship.


Article Categories:
Mediterranean Cruise · Travel · Uncategorized

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