Pudiese llenar páginas y páginas sobre lo linda que es la costa de Amalfi. Pero prefiero que venga a verla por ustedes mismo. Bástese decir que cada pueblito incrustado en las laderas de las montañas lucen idílicos aun desde el mar. En nuestro recorrido de Salerno a Capri, pasamos por Vietri Sul Mare, Amalfi, y Positano. Cada uno más lindo que otro! Pero nada prepara a uno para la belleza natural de la isla de Capri. Acantilados y montañas que salen directo del mar son solo algunas de las bellezas que nos esperaban.
Capri es una isla pequeña con calles que serían considerados caminos vecinales en Puerto Rico. Pero por esas carreteras tienen que transitar mini-autobuses, motoras, taxis, etc. La única parte plana de la isla que se podía apreciar era el puerto y una que otra área aledaña, el resto de la isla son montañas. Así que para ir a dos de los puntos de interés que tiene la isla (Capri y Anacapri) teníamos que abordar uno de los mini-bus y subir por la “carretera” principal de la isla. Para mí, que crecí con carreteras estrecha y llenas de curvas, la subida fue sensacional con vistas paradisiacas. Para la mayoría de los gringos que iba en la guagua la experiencia fue aterradora. Y para una australiana, la experiencia degenero un ataque de pánico! Por lo menos la parte más difícil del trayecto es llegando a Anacapri.
Según nos explicaron, Anacapri era la parte agrícola de la isla en tiempos de ataño solamente accesible por la escalera etrusca. Desde los 1900’s, Anacapri se ha ido transformando en el refugio de la gente pudiente y famosa. Nuestro tour nos llevó a Villa San Michele. Construida por un médico Suizo que cogió de pendejo a un agricultor y compro la tierra por centavería. Luego se inventó un santo y escribió su “historia” la cual esta preservada en la villa. Las vista que tiene la villa justifican la cogía de zángano que le dieron al agricultor! Una sección de la misma queda a la orilla de un acantilado que mira hacia el puerto y la belleza del golfo de Napoles (ciudad aborrecible que debe ser hundida en el mar).
El viaje de Anacapri a Capri es una aventura para los valientes. Se tiene que bajar por la misma carreterita que se subió… y no piensen que quedar del lado de la piedra es mejor que el risco. Por el contrario, cualquier desliz de conductor representa un choque seguro con un objeto inamovible! Pero habiendo crecido donde crecí, no pude aguantar la tentación de gritar “NO FRENES” cada vez que el chofer se acercaba a una curva de 180 grados. El relajo lo continúe hasta que la jefa me mando a callar porque los pocos que entendía estaban asustados de que el chofer me hiciese caso.
Capri (el pueblo, no la isla) está repleto de turistas! Al punto de hacer incomodo el caminar sus calles. Cada esquina que uno mira está lleno de gente yendo y viniendo. Como es aquí donde vacacionan muchos de los del jet set, sus calles están llenas de boutiques de las mejores marcas. Queríamos explorar más, pero el tiempo nos traiciono y tuvimos que volver al puerto para abordar el bote que nos devolvería al barco. Quedo claro que tenemos que volver a Capri (fuera de un tour) para visitar la gruta azul y el resto de la isla.
I could write many pages about the Amalfi Coast describing the beauty of the little towns perge on high cliffs or wedged between mountains as they spill into the sea. But it is much better if you visit the area and see it for yourself. In our boat ride to the island of Capri, we passed by Vietri Sul Mare, Amalfi, and Positano. One town prettier than the previous one! But the raw natural beauty of Capri is something else. High cliffs and mountains that stick out of the ocean floor are just a few of the things that awaited us.
Capri is a small island with even smaller roads. Hell, the main road is a little bit wider than an alley in many parts of the worlds. Through that road cram minibuses, taxis, scooters, bicycles, and cargo scooters (something unique to Capri). I should mention that Capri island only have fee flat spots. So to visit the main towns, you have to board a minibus and go up the mountain through the little road. For us that grew up in Puerto Rico traveling through winding mountain roads the ride was beautiful with spectacular views. For other, it was terrorizing experience that ended up in panic attacks. Luckily the prettiest (horrifying) part of the ride was almost at Anacapri town.
Anacapri used to be the farming town in the island. Until the 1900’s this town was only accessible through the Etruscan stair! Our tour took us into Villa San Michele. A beautiful state built by a Swiss doctor that took advantage of a peasant (by telling him that God had told him to build a church on his land) and bought the land for almost nothing. His house is now a museum that show his collections. The Dr. later made up San Michele, wrote his story, and built a chapel in the property. The villa has one of the most beautiful views of Capri port and the gulf of Naples (city that should sunk into the sea), since some of it is at the top of cliff plunging all the way to the sea shore.
The trip down from Anacapri to Capri town is not for the faint of heart! You guess it, you have to go back through the same little road you went up. And the fact that now you are on the side of the road next to the wall is no comfort since any miscalculation by the driver will involve hitting the wall. But for us was amusing and entertaining. Every time we approach a switchback I would yell “DON’T BREAK” in Spanish. That fun was cut short by Tita since some of the few that understood me were freaking out that driver would take my advise.
Capri town is PACKED with tourist! Every little street was jammed with people coming and going. Since this is the town where most of the rich and famous stay when they visit, the streets are lined with boutiques from the most famous brands. And if you date to utter the word “sconto” (discount), they will look at you with disdain. But being in a tour you are on a clock, so we had to head back to the boat before que could explore the whole town. So it was stated that we must return to Capri (out of a tour) so we can visit the whole island and more importantly the blur grotto!