Kerkira es muy parecida al viejo San Juan, en el sentido de ser una ciudad protegida por dos fuertes. Esta ciudad (y la isla de Corfú) tiene influencias de varias culturas de Europa occidental. Primero de Venecia, la cual domino la isla hasta el final de los 1700s. Luego de Francia bajo el imperio napoleónico. Luego llegaron los británicos. Y por último estuvo controlada por el imperio Austro-Húngaro de los Habsburgo. Así que en un espacio muy reducido se pueden apreciar estilos arquitectónicos de cada una de dichas influencias.
Es interesante y cómico ver como lo que ellos llaman el Nuevo Fuerte, se mucho más deteriorado que el Viejo Fuerte. Nosotros decidimos caminar desde el puerto hasta la ciudad. Una vez dentro de la ciudad caminamos muchos callejones mayormente residenciales desiertos de turistas. Pero una vez se llega al museo de la explanada, no se puede evitar el gentío. Nos otros comenzamos por entrar el Viejo Fuerte. Algo parecido al San Felipe del Morro. El fuerte esta instalado en un promontorio frente a la ciudad. Tiene una iglesia en forma de templo griego dentro de él. Y cando se sube al tope del promontorio, se puede tener una vista fantástica Kerkira.
La ciudad vieja es completamente peatonal. Desde una calle q fue construida para imitar la Rue de Rivoli en Paris la ciudad está llena de turistas y dependientes tratando de vender sus recordatorios. En las calles más estrechas, se hace difícil caminar sin tropezar cada tres pasos. Esto usualmente no es un issue, pero cuando la humedad y el calor agobian, convierte el gentío en algo agobiante. El que la ciudad sea tan pequeña también trabaja a favor de los que se atreven a explorar. Para salir del gentío solamente se tenía que tomar algún callejón perpendicular y se salía a alguna otra calle donde haba sombra y la brisa soplaba para refrescar. Jabones, esponjas, miel, licores, caracoles, etc. se podían encontrar en cada otro quiosco. Lo más difícil de resistir eran las cerámicas para servir aceitunas y aceite de oliva.
Como no pudimos almorzar en el restaurante que nos recomendaron, decidimos regresar al barco. Después de un almuerzo rápido, se me ocurrió la brillante idea de meterme en uno de los jacuzzis para ver si podía relajarme algo. Cuando me canse de ser hervido, me dio con meterme a la piscina (justo al lado del jacuzzi). Error, error, error!!! El agua de la piscina estaba como a 65 grados! Aun con mi insulacion integrada (grasa), el agua estaba FRIA! Demás está decir que no me dio calor por el resto del día. Al igual que ayer, nuestro barco zarpo a eso de las 5PM lo cual me permitió tomar excelentes tomas de Kerkira con el sol a mi espalda.
Kerkira is somewhat similar to Old San Juan… a city protected by two forts minus the walls. Kerkira (and Corfu) has been under the control of many western European nations. The Venetian ruled until 1797. Then came Napoleon. After Napoleon, the British control the island. And then it was given to the Austro-Hungarian empire (Habsburg). So you can see a lot of different architectural styles within a few blocks.
It is ironic that the New Fort looks worse than the Old Fort. We decided to walk from the port facility to the old city (about 30 minutes). Once we reached the old city, and following a worthless tourist map, we walked through many residential streets deserted of tourist or stores. Really peaceful!!! But all the peace and quiet go out the windows once you reach the museum at the of the esplanade. Since the Old Fort is right next to the museum, we decided to tour it first. The fort has some resemblance to San Felipe del Morro in San Juan. Since both forts were constructed by the venetians, you have that Italian influence all over the place. The grounds include multiple buildings as well as a church built in the shape of a greek temple. The main attraction is a top of the promontory on which the fort is built. From there you can see the whole city as well as the waters that surround it. Well worth the hike (most of it uphill).
The old city is closed to traffic. From the street built as a replica of the Rue du Rivoli in Paris, you will find a wall of tourist sandwiched between stores. The heat and humidity were suffocating in the smaller streets. But once you turned into large ones the breeze cool down things. Most stores offered soap (with olive oil infusions), sea sponges, honey, liquor, sea shells, etc. The most difficult souvenir to resist the temptation to buy were ceramic plates to serve olives and olive oil.
Since we could get a table at the restaurant that was recommended to us, we decided to return to the ship. After a quick lunch I had “brilliant” idea to get in a hot tub to loosen up my muscles. I sat there for long time enjoying the different jets. After coming out and cooling off. I thought, “why not go for a swim”… dumb, Dumb, DUMB idea!!!! The water was colder that you know what breast! Even with my “built in insulation”, I couldn’t stay there for more than 10 minutes. Needless to say that I did not feel hot for the rest of the day. The ship sailed at 5PM, same as yesterday, which gave me the opportunity to take a lot pictures with the sun behind my back, so enjoy!